Como “Nadie” parecía darse cuenta, Sara decidió
dejar “Señales”. Señales en el patio, en la pizarra, en el comedor, en los
pasillos,…en fin, en cada rincón del colegio. ¿He dicho colegio?, porque Sara
prefería llamarlo “El Territorio Hostil”.
Sonó el timbre del recreo y Sara salió al “Patio”,
¿He dicho patio? Porque en realidad Sara lo llamaba “La Zona Roja”, el lugar
donde “Todos” parecen divertirse, todos menos ella.
Sara pensó en qué “Señal” podría dejar en el patio,
quiero decir, en “La Zona Roja”. Una “Señal”
que hiciera que todo el mundo se diera cuenta de lo que le estaba
pasando, algo que pudiera ayudarla, algo que hiciera que dejara de ser
“Invisible”.
Se acercó al muro del “Patio” dispuesta a dejar un
mensaje escrito o algo parecido. Y es entonces cuando lo vio. “vete del
colegio”. (Por algo Sara lo llamaba
“La Zona Roja”).
Sara se quedo paralizada mirando la pintada, sin
darse cuenta que estaba siendo rodeada por “Todo” el colegio, (quiero decir,
por los habitantes del “Territorio Hostil”).Se escuchaban risas, cuchicheos y
comentarios.
Y en ese momento, pasó algo que nunca antes había
pasado. Como si se tratara de una espada mágica, Sara sacó de su mochila un
rotulador y escribió un “tu” enorme. “vete tú del colegio.”
Y como era de esperar, avisaron a un profesor de que
Sara estaba haciendo pintadas en el patio. Y el profesor le hizo limpiar la
pintada ante la mirada de “Todos”.
Pero Sara se sentía tan…tan…“Diferente” a otras
veces, que no le importo el castigo del colegio ni la nota a sus padres ni la
charla en casa.
Esa noche, Sara escribió en su diario “Intenté Esconderme, Pero Cuanto Más Me
Escondía, Más Me Buscaban. A Partir De Ahora, No Voy A Esconderme Más.”
El día siguiente fue “Un Buen Día “para Sara. Porque
para Sara “Un Buen Día”, es un día en el que “Nadie” se mete con ella, ni le
hacen bromas, ni se burlan, ni se inventan cosas sobre ella. “Eso” era un buen
día para Sara. Pero “Eso” solo pasaba una vez….cada mucho.
A las pocas semanas, llegó uno de los momentos más
temidos para Sara. La profesora les avisó que se iban a ir dos días de
“Excursión” a las montañas. Dormirían en “Grupos” de cuatro y harían
actividades por “Equipos”. No sé si lo sabéis, pero había dos palabras que a
Sara le hacían temblar de miedo. La palabra “Grupo” y la palabra “Equipo”.
La clase entera estalló en alegría, rápidamente se
formaron los grupos. “Yo Contigo,…Y Contigo….”. Todos menos Sara, que se quedó
inmóvil en su pupitre imaginándose “El Castigo “que se le venía encima.
Se imagino “Sola” en el autobús porque nadie querría
sentarse con ella, se imaginó “Sin Grupo” para dormir, ¿quién compartiría
litera con ella?, se imagino muchas horas sintiendo “El Rechazo” de los demás,
las bromas por la noche,…etc.
Y decidió que “No Quería” ir a la excursión, que
haría “Lo Que Fuera”, por no ir. Así que puso una excusa, un misterioso miedo a
dormir fuera de casa, con pesadillas y terror a la oscuridad. Y como siempre,
sus padres le creyeron. ¡Cómo iban a imaginarse ellos lo que le estaba pasando
en realidad! ¿Cómo iban a saber ellos
que para Sara la palabra “Excursión “era como tener que subirse a una “Montaña
Rusa Estropeada”.
Pero Sara sabía, que no podría estar así siempre.
Que la solución no estaba ahí. Todavía faltaban muchas excursiones, fiestas de
cumpleaños, trabajos en grupo, horas de patio…
La noche antes de la “Excursión”, no podía dormir.
No quería ir a la excursión, pero tampoco se sentía bien quedándose en casa.
¿Qué podía hacer?.
“No Hacer Nada” no estaba funcionando, “No Contarlo”
no estaba funcionando, “Esconderse” solo empeoraba la situación. ¿Qué debía
hacer?
Y entonces…pensó en lo bien que se sintió aquel día
en el patio, “La Zona Roja” para Sara, cuando sacó su rotulador y ante la
mirada de todos escribió ese “tu” entre el “vete “y “del
colegio”.
Y esa “Sensación” le ayudó a decidir que “No”
volvería a dejar de ir a una excursión por miedo. Se enfrentaría a la
situación.
Esa noche despertó a su padre y le dijo que estaba
curada de ese miedo, que ya no le importada la oscuridad y que las pesadillas
habían desaparecido, que le ayudara a preparar la mochila, el saco, la
linterna, porque por primera vez, quería ir a la excursión. Porque por primera
vez, iba a subirse a lo que ella creía que sería “Una Montaña Rusa Estropeada”.
El autobús estaba a punto de partir cuando llegó
Sara. La sorpresa fue general. Los profesores, sus compañeros y compañeras,
daban por seguro que Sara “No Iría”. Subió al autobús y los miró a “Todos”
sentados en sus asientos. Cerca de Alberto vio un sito libre y fue a sentarse con
tanta seguridad que “Nadie” dijo nada. Ni siquiera Alberto. No se escuchó una
sola risa, cuchicheo ni gesto de burla.
Ya sentada en su asiento, volvió a sentir “Esa
Sensación “, esa sensación que le hacía sentirse tan bien. Sonrío y les miró a
los ojos sin miedo. Y eso es algo que se nota. Y fue en ese momento, cuando se
dio cuenta. Ella creía que eran “Todos”, cuando en realidad era solo “Uno”, los
demás le seguían por miedo. Y “Esa Idea” le hizo ver la situación de otra
manera. Y mientas pensaba en eso…“Sucedió”.
Marta, una chica de su clase, de esas que nunca
hacían nada para defenderla, se levantó de su asiento y se acercó a Sara.
-¿Quieres ponerte en la habitación con nosotras?,
somos tres y los grupos son de cuatro.
Una lagrima de alegría le recorrió la mejilla, tenía
“Grupo”, y no porque la profesora les hubiera obligado, sino porque le habían
“Elegido”.
¡Que te “Elijan”!,
que sensación más buena. Se sentaría a desayunar con “Su Grupo”, haría las
actividades con “Su Equipo”.
Sara pensó-¿porqué no lo habré hecho antes?, cuando
uno “Cambia Por Dentro”…no se sabe por qué, pero eso hace que el resto de cosas
cambien también. Y las cosas estaban “Cambiando”. Tal vez a partir de ese
momento, el “Patio” dejaría de ser “La Zona Roja”, tal vez a partir de ese
momento, “El Territorio Hostil” fuera simplemente “El Colegio” y las palabras
“Grupo” y “Equipo” dejarían de darle tanto miedo. Y tal vez “Esa Excursión”, no tendría nada que ver con
subirse a una “Montaña Rusa Estropeada”.